martes, 17 de diciembre de 2013

Ti-pología de España

Timbales que hacen tintinear las tinajas, tierra que tiembla. Tiros al tintar la tiranía de los tiparracos que no son titanes, sino timadores... Timoratos tiernos que tientan al tiburón tigre y que como el tifus se tiran del tiesto...Tic tac ¿ya es tiempo? Tiznados son los timones del tiovivo que la titubeante timocracia tiñe de típica y tibia, cuando es timbalera y tirulata. Titulares con tipejos  que no hacen tilín ni a una tia tiplisonante, ni a un tio con tirabraguero. Titulillos tirados y tiquismiquis que tizona debría tijeretear saliendo del tiracuello. Tiñosos y tiracantos alrededor del tintrorro. Tiritonas que a base de tincas  han de timpanizarse a fuerza de tiranteces por timbrar de algún modo el tinglado.  Tipología de España, y no me dejo nada en el tintero.

Cchái?? (Crónicas de América I)


Después de depurar la sonrisa y encontrar la glosa precisa encuentro el puesto de la soledad que siempre acompaña al viajero y lo bautizo como "todos vosotros", a partir de ahí viene el resto.
"Dos días" que son cuatro llevo aquí, redescubriendo mi propio idioma y divirtiéndome silenciosamente cuando me hablan de "mi acento". Y sí, debo de tener acento, y además no se si mantenerlo o dejarlo que mute hacia una nueva tonalidad musical que me hará ganar un registro y seguramente, perder un escalón en mi acercamiento hacia el añorado sillón de la RAE, donde por cierto, por fin podría sentar mis posaderas sin sentir que esta vida mía fue tan inútil como la inversión en acero del astillero del Titanic. Pero a pesar de vuestra continua compañía virtual, que en realidad se hace soledad a veces, me queda divertirme imaginando a este conjunto de "descerebrados" que un día se subieron al cerro Santa Lucía y decidieron fundar esta ciudad allá por 1504 encabezados por Pedro de Valdivia,  extremeño enviado por un tal Francisco de Pizarro, y seguramente seguidor del Barsa y admirador de Messi (como diría Arturo Más)... O puede que no (como digo yo). El caso es que ahí llegaron los tipos, se subieron al cerro y venga, a fundar la ciudad, pero vamos, que eso seguro que cualquiera lo encuentra en Wilkipedia y es casi casi casi omitible, el caso, es que quinientos y pico años después aquí llego yo, con mis huestes (un par de amigos desperdigados por la ciudad) con la intención de erigirme en archiemperador conducal, prolífico ahijado de la ciudad, y superintendente de todas las culturas... O por lo menos, hacer lo que en España ya no se puede, que no es otra cosa que emprender y realizar lo proyectado.
Por el momento, la sensación es multiforme y llena de texturas diferentes, una especie de amalgama donde siempre está presente España, pero evolucionada y mezclada con un sinfín de influencias. Una tierra, cien mil veces más abrupta y allá donde mires, más salvaje, mucho más telúrica y llena de energía (esto es muy de Iker Jiménez) y un lugar en definitiva, donde sientes que se puede correr y que aún hay mucho por hacer... Esa sensación de cerrar los ojos y no ver el techo cuando sueñas con algo... 
No se si me entendéis... cachái?

Los Medios Sociales Digitales


Palabras rimbombantes, salidas del interior, de la memoria infante del estudio entre plastidecor...
 y olor a tiza... (Esto último es una metáfora)
Tres veces releí algunas críticas por la noche, no podía ser cierto, hablaban de ello...
A medida que me adentro más y más en el ciberespacio más me doy cuenta de que somos diminutos seres que gritamos para sentirnos escuchados. Unos más que otros... Unos, los que lo hacen porque realmente es su negocio, como todos los vendedores se vuelven pesados y repetitivos al final (igual que los publicistas, que siempre acaban haciendo anuncios para publicistas) pero aun así les terminas brindando cierta "simpatía" porque te han contado absolutamente todo de sus vidas (lo que comen, desayunan, veranean, roncan, sueñan, piensan, etc, etc); y otros, los que lo hacen por el placer que supuestamente la notoriedad y popularidad les otorga, casi al noventa por ciento se acaban volviendo pedantes y "doctrinales". Aunque éstos últimos tienen cura (un diez por ciento aproximadamente) ya que de repente reflexionan y varían el rumbo para bien (por norma general esto sucede cuando releen algo que han escrito con un estado de ánimo diferente al del momento de la "creación divina").

Ejemplo del primero: 
"Señores que han pulsado el botón del ascensor tras salir del cuarto A de la calle Leganitos, después de darle un azote en el culo a la parienta, con DNI 39523958 y que ha sonreído y preparado la merienda del niño, que se llama Dionisio, como todos ya sabéis y al que le hemos robado la infancia para publicarla aquí para vosotros y así satisfacer nuestro grave síndrome de Peter Pan"

Ejemplo del Segundo:
"Nunca he comprendido por qué Tchaikovsky se comportó tan duramente aquel 19 de marzo de 1892, como si nunca nadie hubiera usado la celesta... Ay, este Tchaiko es un briboncete..."

Dicho esto y tras comprobar asombrado que la admiración por lo ajeno sigue siendo una horrorosa obsesión del español medio, que a fuerza de desearlo se acaba volviendo extranjero de sí mismo, prosigo con mi exposición:

La notoriedad, o mejor dicho, la singularidad, es un rasgo imperceptible que suele ser parte de un proceso que combina elementos muy diversos. 

Por ejemplo: El "humano" más tonto del pueblo, suele llegar a ser alcalde, y tras descubrir lo que significa su cargo, se suele transformar en el mas necio del pueblo. 
En este proceso se han combinado varios elementos: Genética (bajo coeficiente intelectual) + Educación (Nula o escasa) + Confusión general (confundir honestidad con falta de inteligencia o ignorancia es habitual) + Corrupción (proceso por el cual un tonto pasa a transformarse en un necio)

Pues bien, en esto del ciberespacio ocurre lo mismo: El más payaso/tonto/soso se convierte respectivamente en el más popular/adoctrinador/cantante de éxito y es por la combinación de una serie de elementos que dependen de factores que por fin hemos descubierto.
Dichos factores, como he comentado antes son:
-Genética: ¿Tú de dónde has salido?
-Educación: ¿Y de que zoo te escapaste?
-Confusión general: Si es amigo de Pepito le agrego y me cae bien.
-Corrupción: a) Primer caso: "Joder ya está el pesado este hablándome de las bondades del Lidl y de por qué debería pasarme por allí a comprar el pan, sobre todo cuando él está de cajero/gerente. b) Segundo caso: " Joder ya está el pesado este poniendo artículos de la New society for knowledge and freedom"

Como veis este escrito no solo es dogmático sino también explicativo, por tanto, sería un ejemplo del caso dos, pero siendo yo un profesional de la escritura (ademas de titiritero) se podría considerar del tipo uno, de modo que estamos ante el nacimiento de una nueva especie. La del tipo tres.cero.uno.dos.
Y así, llegué a la conclusión de que el hombre digital había enviado a la papelera de reciclaje al hombre contemporáneo.

Breves palabra desde el iphone


alabras venid a mi con el flujo intenso de la desazón. Dejad que el desánimo sea tan intenso que haya que apartarlo a martillazos y aparecer justo después para pulverizarlo todo. Hasta a mí mismo. Palabras, renunciad a significar lo que no sois y a darle sentido a este mensaje, lleno de nada. Oblicuo y obliteración, venid a despertar al somnoliento y ser empleadas en alguna digna tarea acompañadas de excusas y de peticiones negadas. Al crítico abrazarle, al necio darle lo que tanto desea, una razón para su tozudez.
¿Qué más queda? Ah si, descubrir la personificación y reflexionar sobre la metáfora, que siempre me acompañan.

Hasta pronto Palabras, y gracias

La "Mani"


La desmesura de la ignorancia hace que me lo replantee seriamente... ¿Merece la pena tratar de parecer normal? O querer serlo es la lacra que hace que sienta mi mente como al ralentí. La escandalosa pasión del que prejuzga sin haber hecho nada, incapaz de admirar nada más que a aquellos que no conoce o que están lejos, porque los de cerca le hacemos sentir pequeñito... La pantomima del protestón y del que rebosa cosas que decir, opinando, escondido, tras su miedo. Resulta que tratamos de ser especiales siendo comunales y sociales, y eso me resulta extraño, sobre todo a mí, que siempre he sido de los de llamar la atención. ¿Será que no sabemos aceptarlo? ¿Será que el eco de nuestras palabras rebotando en los imaginarios lectores de nuestro blog nos ha hecho endiosarnos? ¿Será que nos creemos mejores de lo que somos? O simplemente se está creando el efecto "conciencia social única" y ésta está predestinada a un continuo ohm de murmullo y risotada casuístico y pro-individual. Vamos a la mani, calienta el Sol... ¿esto es de los sesenta no? A mí me parece que la "mani" es decir, la palabra "mani", (quedamos en la "mani") y demás sucedáneos de la "mani" (nos vemos en la "mani"), "desarbola el Congreso" "Okupa la Calle San Jerónimo" y demás, no sé, no van conmigo... Lo reconozco.
Conmigo va más, "los de ahí delante son unos hijos de puta ladrones vamos a por ellos a muerte" y cosas así, menos chulis quizás, con menos asambleas y menos saraos, con menos cargos que repartir y menos blogs donde contar como molan nuestras andanzas... No sé, es que creo que hacen falta menos fotos de instagram y más fuego... Sobre todo después de ver las ostias que nos caen, en la calle y en las instituciones...
Y mientras tanto me sentiré un poco fuera...

Crónicas del Fin del Mundo -- Reencuentros (I)


HORA ESTELAR: 21.40.    -16 DÍAS ANTES DEL FIN DEL PLANETA TIERRA-

Al descender con mi cápsula en las inmediaciones de Greenwich iba pensando en que me había dejado algo por hacer en Alfa Centaury, quizás tenía que ver con la última conversación con la Princesa Anawik, y justo en ese momento el sonido de la alerta de aterrrizaje me sobresaltó y me dí cuenta de que estaba comenzando la maniobra de atraque, dos de las turbinas llevaban fallando desde que choqué con aquellos asteroides en el frío de Urano, así que había que ser cauteloso, era imperativo que la maniobra fuera rápida y precisa. Sin embargo, la transmutación de los protones de popa provocaron un rebote gravitatorio más agitado que de costumbre y tras un montón de ruido emitido por la contrainercia (entre ellos mis propios gritos) encontré un segundo de silencio justo antes de que la voz del ordenador central me indicara que habíamos llegado. Me puse el traje de exploración y me preparé para acudir a mi cita con aquellos dos cazarrecompensas con quien tantas cosas había compartido.

Al llegar al local, dudé durante un instante, demasiados ojos puestos en mí al entrar pero ninguno los que busco ¿sería una trampa? ¿habría sido capaz de localizarme el Treximp y seguirme? No era probable, aún no, pensé al tiempo que me tranquilizaba y seguía hacia el fondo de la barra. Me fijé en que el estrecho comedor ya estaba lleno de gente y en que habían cambiado a los camareros desde la última vez que estuve allí. De repente, noté un click a mi espalda, algo me apuntaba, un doble láser azul intenso y frío, había cometido el el error más común, algo estúpido viniendo de alguien con mi experiencia, no había revisado el acceso de las escaleras y ahora algo me apuntaba desde abajo, me dí la vuelta despacio y allí estaba, subiendo hacia mí con el doble laser apuntándome.  traté de distinguir en la oscuridad al portador del arma y un instante después me dí cuenta de que era uno de los cazarrecompensas con los que habia quedado y recordé que en su planeta Natal  esa era una de las formas habituales de dar la bienvenida, a través de una pequeña broma que sirviera de recordatorio "siempre alerta..."

Me senté en la mesa y casi atrincherado presenté mis credenciales antes de saber si la reunión iba a ser hostil y llena de egos vanos (como me había pasado tantas otras veces) o por el contrario iba a encontrar lo que buscaba, viejos amigos alrededor de una mesa... Trémulamente comenzamos a hablar con cautela, hasta que de repente, después de un par de bebidas de lúpula, me descubrí descuidando lo más profundo de mi ser y recordando viejas aventuras hasta que unos minutos después todos nos reconocimos de nuevo y asumimos que ninguno éramos clones ni ciborgs. Y como si el tiempo no hubiera pasado, como si fuera a sonar el timbre de la nave nodriza donde nos entrenamos y tuvieramos que salir al exterior, nos miramos a los ojos de nuevo, la verdad sin palabras, las voces las mismas... Entre lúpulas saludamos en la lejanía a los que aún llevan máscara y se esconden, criticándoles con sonrisa y cierto paternalismo (ese que te dan las canas), soñando despiertos con la posibilidad de que las ondas o algún sistema espía les transmitan el mensaje en forma de susurro y al fin dejen de preocuparse por la opinión de los demás. Y el resto es lo de menos, mucho de esto, algo de aquello y nada de lo que sobra...

Así fue pasando la noche, los roles claros, los valores, preocupaciones y sueños también.

Y de entre los muertos surgirá una voz...


No es del todo cierto que la estafa y la política iban de la mano camino del altar para así engendrar corrupciones de las que sentirse orgullosos. Lo que es más cierto es que poder y necedad cada vez están más unidos. En todos los ámbitos. Y en el político, por su propia definición debería ser exactamente lo contrario, servicio a la "polis" o a su ordenamiento. Y al final se ha quedado en que a base de ódenes miento.
No me extraña sin embargo que ante la total impunidad el necio tenga la tentación de beneficiarse de la ignorancia general para su propio beneficio. Lo que aún me extraña es que haya personas que aún defiendan este sistema social, ya sea a base de votos o de modificaciones imposibles. No es que tratar de mejorar algo que esta mal sea una acción censurable, es que simplemente es inútil. Todos nos quejamos, los ricos, los pobres, los medios, los progres... Todos. Y si la queja es justa, habría que contemplar entender la soberanía actual del responsable, el Estado, como algo negativo para las personas que lo componen.
La generación anterior anda escondida, preocupada por la jubilación, las venideras y actuales, pensando en cómo sobrevivir sin trabajo, y el que lo tiene, preocupado por conservarlo. Ya nadie está a salvo.
Recurrir al tópico del medievo es casi erróneo. En realidad deberíamos irnos algo más atrás. Cada vez este sistema se parece más al Antiguo Egipto. Endiosados, reyes y sacerdotes (gobernantes) decidían discreccionalmente sobre las vidas de los demás y sobre el destino de los recursos del Imperio, sin escuchar queja alguna más allá de loas y alabanzas dirigidas a su persona. Pues aquí ocurre lo mismo, loas, alabanzas y vítores para el escudo en batallas futboleras, admiraciones patrióticas y salvaguarda del escudo del Estado que al mismo tiempo, ejerce de yugo inexorable para todos, como una horca cruel y cada vez más tensa, cuyo extremo, controla en exclusiva un reducido grupo que ha mostrado de sobra su incompetencia intelectual y su frágil concepción moral o iusnatural.
Yo propongo cambiar todo el modelo, por completo, el modelo político y el modelo social. Y basarlo en conceptos mucho más concretos que los que ahora se supone que nos rigen, ya que su ambigüedad nos ha llevado a esta situación. Me explico: Justicia se convirtió en juego de rol entre abogados y jueces, carente de sentido alguno y basado en ordenamientos jurídicos controlados arbitrariamente por los gobiernos (que son unos poquitos). Libertad murió el mismo día en que nos hicieron votar a personas, en lugar de a acciones o propuestas. Igualdad desaparece si existe la monarquía (por definición). Democracia significa otra cosa absolutamente distinta a lo actual. Y el sistema económico es un fracaso absoluto, precisamente, por la desaparición de todo lo anterior. Por tanto es la hora de cambiarlo todo y basarlo en otro tipo de valores, menos románticos, más concretos y con un sentido más natural. El iusnaturalismo entendido como la consecuencia de la aplicación de valores universales, intuitivos y globales, es decir de todos, a la acción del conjunto y a su regulación.
El Estado debe desaparecer para que el hombre pueda subsistir, si no es así, este planeta está perdido.

El Urogallo Metropolitano (Felicitación Navideña)


EL Urogallo es un ave curiosa, grande y rara, ni gallo del todo, ni uro, esto último sería surrealista... Pero para reírse hay que saber lo que es un uro, y así se hace difícil hacer bromas... El caso es que el urogallo tiene una variedad novedosa, más evolucionada, que he descubierto recientemente en mis viajes telepáticos y que no es otra que el urogallo metropolitano. A este ejemplar habría que dedicarle capítulos enteros de Cuarto Milenio o de Más Allá... Ya imagino a mi querido Iker contando los avatares propios de los afortunados en haber vivido un encuentro con semejante ser, venido de no se sabe dónde... Afortunadamente yo me encuentro entre ellos, y voy a relataros cómo fue mi encuentro con la criatura...
Recuerdo que era un día triste, tanto que las farolas mostraban leves centelleos que a mí me parecieron lágrimas, hasta que mucho tiempo después descubrí a orillas del Duero, en una noche de julio, que el rocío no es sólo el nombre de un sarao religioso.  Recuerdo también que cada sonido traía consigo un eco rebotado, entre opaco y frío, que hacía que los camiones de basura sonaran amables y cálidos. Olía a churros, así que debía de ser tarde, o pronto, según sea el sector en el que trabaje el lector (o la lectora), para mí tarde, sin duda. Recuerdo también que en una esquina, tan gris que me pareció uniformada, había unos tipos durmiendo bajo unos cartones, y los cartones, para ellos, eran columnas dóricas revestidas de mármol de Carrara y pintadas de rosa pálido. Avancé despacio, como me pedía el abrigo que me hacía invisible ante todo, y continué calle abajo, ésto lo recuerdo porque no me costaba apenas avanzar, y si hubiera sido cuesta arriba, seguro que habría tenido menos tiempo en fijarme en lo que ví después y que se quedó grabado en mí como un tatuaje hecho en Miami. Allí, justo en el epicentro de mi radio ocular, observándome, ví a una figura grotesca, ovalada en cierto modo y alargada también, cointradictoria sin duda ya solo por la forma, pero intrigante y curiosa, casi mansa, que me miraba fijamente a través de unos globos sin vida, pero que se movían con rapidez (por el movimiento determiné que serían sus ojos, y que por tanto, al estar dirigidos hacia mí, me miraban). Mi sexto sentido me hizo desconfiar de su mansedumbre, el sexto sentido y también el pico, curvo, duro, brillante, nacarado y descarado, como si no le importara que le vieran entre tanta pluma. Inmediatamente después, me fijé en sus cejas, parecían pintadas con un rotulador, eso o una broma natural, ya que eran bastas comparado con todo lo demás, pero llamativas y curiosas. Me quedé paralizado y me pregunté qué haría semejante animal allí, en medio de la urbe, mostrando su plumaje en forma de abanico, como si no fuera consciente de que en aquella urbe había animales peligrosos de verdad y habían habitado monstruos y seres capaces de deborar con una sola pluma a todo el Mundo, y esto último no es metafórico. Pero el urogallo, iinconsciente, imprudente y pomposo, vino directo a mí y me saludó, dudando acerca de la cordialidad, lo cual yo tomé como muestra de respeto pero al mismo tiempo como falta de seguridad en sí mismo. Y para mi sorpresa, habló. Se dirigió a mí en un tono horroroso, nada cultivado, nasopulmonar, medio y sin apoyo alguno en el diafragma. Y fue mi sorpresa tan excelsa, tan sublime y tan inmensa, que decidí contestar amablemente, regalando un pellizco de emoción pero manteniendo la empatía apartada. -Hola urogallo- creo que dije, y traté de seguir calle abajo, pero el urogallo me sorprendió y en un movimiento rapidísimo se interpuso entre mi yo consciente y mi energía cósmica provocando un cortocircuito repentino que por un instante me hizo contemplar el abisal silencio de la mediocridad que acompaña a la falta de armonía del ser. Me repuse rápidamente y me pregunté cuál sería el motivo o la necesidad del animal, para así, tratar de actuar en consecuencia, y una súbita explicación surgió a modo de disculpa, que otra vez más fue lamentable y fuera de lugar pero que la espontaneidad enmascaró en simpatía. La acepté y seguí dispuesto a reemprender mi viaje, me moví con cautela y en alerta, despacio, como cuando tratas de despegarte de una sustancia viscosa y cuando al fin comencé a moverme vi que el urogallo hizo intención de seguirme y eso fue el colmo de la situación, sin preguntar trató de acompañarme, ante lo cual no dudé en invitarle a hacerlo inmediatamente después, como marcan las normas más básicas del protocolo, para que al llegar al siguiente emplazamiento no se sintiera incómodo. Jamás hubiera pretendido una rendición de semejante ser, pero lo que no podía era aceptar una afrenta en mi contra por desconsideración o descortesía. Así que comenzamos a andar en la misma dirección y así seguimos hasta que apenas seis segundos después su presencia me pareció incómoda e irritante. Acto seguido inicié una conversación absurda con intención de que encontráramos un punto en común que hiciera amena la travesía, o al menos enriquecedora. Pero tras varios intentos mi aura comenzó a palidecer y me di cuenta de que mis sospechas eran ciertas, era un urogallo metropolitano, un ser pretencioso, fuera de su hábitat y que trataba de encontrar un camino definido, incapaz de reflexionar y mucho menos de ver más allá de su pico corto y vulgar.

Y así, poco a poco, fui desembarazándome del urogallo, tan rápido como pude, pero para mi desgracia esto no ocurrió hasta tiempo después, hasta que llegué a casa. Y allí me pregunté por qué el Universo había puesto un urogallo en medio de la urbe para que me acompañara, y me di cuenta de que la respuesta era sencilla. Mi felicitación de Navidad:

       Queridos amigos:

       Os deseo que paséis unas Felices Fiestas (Navidad, Hannuká o cualquier otra que os corresponda por creencia) y os deseo que el año que entra encontréis armonía, paz, coherencia entre vuestro obrar y vuestro ser, humildad, sinceridad, amor, conexión con el Universo y todas las cosas que son necesarias para alcanzar la Felicidad, algo que nunca podrá hacer el urogallo...

FAMILIA LOBOHEMEL Urogallo es un ave curiosa, grande y rara, ni gallo del todo, ni uro, esto último sería surrealista... Pero para reírse hay que saber lo que es un uro, y así se hace difícil hacer bromas... El caso es que el urogallo tiene una variedad novedosa, más evolucionada, que he descubierto recientemente en mis viajes telepáticos y que no es otra que el urogallo metropolitano. A este ejemplar habría que dedicarle capítulos enteros de Cuarto Milenio o de Más Allá... Ya imagino a mi querido Iker contando los avatares propios de los afortunados en haber vivido un encuentro con semejante ser, venido de no se sabe dónde... Afortunadamente yo me encuentro entre ellos, y voy a relataros cómo fue mi encuentro con la criatura...
Recuerdo que era un día triste, tanto que las farolas mostraban leves centelleos que a mí me parecieron lágrimas, hasta que mucho tiempo después descubrí a orillas del Duero, en una noche de julio, que el rocío no es sólo el nombre de un sarao religioso.  Recuerdo también que cada sonido traía consigo un eco rebotado, entre opaco y frío, que hacía que los camiones de basura sonaran amables y cálidos. Olía a churros, así que debía de ser tarde, o pronto, según sea el sector en el que trabaje el lector (o la lectora), para mí tarde, sin duda. Recuerdo también que en una esquina, tan gris que me pareció uniformada, había unos tipos durmiendo bajo unos cartones, y los cartones, para ellos, eran columnas dóricas revestidas de mármol de Carrara y pintadas de rosa pálido. Avancé despacio, como me pedía el abrigo que me hacía invisible ante todo, y continué calle abajo, ésto lo recuerdo porque no me costaba apenas avanzar, y si hubiera sido cuesta arriba, seguro que habría tenido menos tiempo en fijarme en lo que ví después y que se quedó grabado en mí como un tatuaje hecho en Miami. Allí, justo en el epicentro de mi radio ocular, observándome, ví a una figura grotesca, ovalada en cierto modo y alargada también, cointradictoria sin duda ya solo por la forma, pero intrigante y curiosa, casi mansa, que me miraba fijamente a través de unos globos sin vida, pero que se movían con rapidez (por el movimiento determiné que serían sus ojos, y que por tanto, al estar dirigidos hacia mí, me miraban). Mi sexto sentido me hizo desconfiar de su mansedumbre, el sexto sentido y también el pico, curvo, duro, brillante, nacarado y descarado, como si no le importara que le vieran entre tanta pluma. Inmediatamente después, me fijé en sus cejas, parecían pintadas con un rotulador, eso o una broma natural, ya que eran bastas comparado con todo lo demás, pero llamativas y curiosas. Me quedé paralizado y me pregunté qué haría semejante animal allí, en medio de la urbe, mostrando su plumaje en forma de abanico, como si no fuera consciente de que en aquella urbe había animales peligrosos de verdad y habían habitado monstruos y seres capaces de deborar con una sola pluma a todo el Mundo, y esto último no es metafórico. Pero el urogallo, iinconsciente, imprudente y pomposo, vino directo a mí y me saludó, dudando acerca de la cordialidad, lo cual yo tomé como muestra de respeto pero al mismo tiempo como falta de seguridad en sí mismo. Y para mi sorpresa, habló. Se dirigió a mí en un tono horroroso, nada cultivado, nasopulmonar, medio y sin apoyo alguno en el diafragma. Y fue mi sorpresa tan excelsa, tan sublime y tan inmensa, que decidí contestar amablemente, regalando un pellizco de emoción pero manteniendo la empatía apartada. -Hola urogallo- creo que dije, y traté de seguir calle abajo, pero el urogallo me sorprendió y en un movimiento rapidísimo se interpuso entre mi yo consciente y mi energía cósmica provocando un cortocircuito repentino que por un instante me hizo contemplar el abisal silencio de la mediocridad que acompaña a la falta de armonía del ser. Me repuse rápidamente y me pregunté cuál sería el motivo o la necesidad del animal, para así, tratar de actuar en consecuencia, y una súbita explicación surgió a modo de disculpa, que otra vez más fue lamentable y fuera de lugar pero que la espontaneidad enmascaró en simpatía. La acepté y seguí dispuesto a reemprender mi viaje, me moví con cautela y en alerta, despacio, como cuando tratas de despegarte de una sustancia viscosa y cuando al fin comencé a moverme vi que el urogallo hizo intención de seguirme y eso fue el colmo de la situación, sin preguntar trató de acompañarme, ante lo cual no dudé en invitarle a hacerlo inmediatamente después, como marcan las normas más básicas del protocolo, para que al llegar al siguiente emplazamiento no se sintiera incómodo. Jamás hubiera pretendido una rendición de semejante ser, pero lo que no podía era aceptar una afrenta en mi contra por desconsideración o descortesía. Así que comenzamos a andar en la misma dirección y así seguimos hasta que apenas seis segundos después su presencia me pareció incómoda e irritante. Acto seguido inicié una conversación absurda con intención de que encontráramos un punto en común que hiciera amena la travesía, o al menos enriquecedora. Pero tras varios intentos mi aura comenzó a palidecer y me di cuenta de que mis sospechas eran ciertas, era un urogallo metropolitano, un ser pretencioso, fuera de su hábitat y que trataba de encontrar un camino definido, incapaz de reflexionar y mucho menos de ver más allá de su pico corto y vulgar.

Y así, poco a poco, fui desembarazándome del urogallo, tan rápido como pude, pero para mi desgracia esto no ocurrió hasta tiempo después, hasta que llegué a casa. Y allí me pregunté por qué el Universo había puesto un urogallo en medio de la urbe para que me acompañara, y me di cuenta de que la respuesta era sencilla. Mi felicitación de Navidad:

       Queridos amigos:

       Os deseo que paséis unas Felices Fiestas (Navidad, Hannuká o cualquier otra que os corresponda por creencia) y os deseo que el año que entra encontréis armonía, paz, coherencia entre vuestro obrar y vuestro ser, humildad, sinceridad, amor, conexión con el Universo y todas las cosas que son necesarias para alcanzar la Felicidad, algo que nunca podrá hacer el urogallo...

FAMILIA LOBOHEM

Nada que decir...


El "decidor" o hablante crónico es ese que siempre que te ve repite las mismas frases, por ejemplo, el de "hombreeee..." o el archifamoso "¿que tal va lo tuyo?". Voy a explicarme, el decidor antes de la frase típico-tópica ya sabe lo siguiente que te va a decir, no importa que el asunto por el que te pregunte esté acabado, o que te vea mala cara, o que no sepa ni cómo se llama tu mujer, el decidor implacable, te soltará lo que había venido a decir, lo que había urdido en su mente de decidor cuando se imaginaba a sí mismo orando en el parlamento Romano ante un tú mismo boquiabierto y esclavizado por su portentoso don. Especialistas en esto último suelen ser los tios y tías (hermanos de padres y madres) que por haberte visto de pequeño jugando a la pelota asumen como suyo el poder de juzgar incluso antes de la pregunta en sí. Y si es un superdecidor (de éstos quedan pocos) habrá buscado una cita para darle más rimbonbancia al eco del consejo inútil. 
Los superdecidores son esos que urden las megafrases en su cama por las noches y que contraen los dedos de los pies con fuerza cuando se imaginan diciéndolas. Y los decidores, sin embargo, simplemente sonríen en la oscuridad bobaliconamente escuchando su propia voz en su cabeza. Pero curiosamente ni los decidores, ni mucho menos los superdecidores son sofistas, ya que suelen ser más bien repetidores, memoristas y poco o nada creativos, ni con la palabara. Ni tampoco son salomónicos o sentenciosos, ya que su juicio casi nunca tiene que ver con el caso. Existe además un caso muy gracioso de decidor, "el decidor con razón" que es ese que antes de dirigirse a ti ha cotejado su frase diciéndosela a más personas, y que después de hacerlo añade un "y se lo dije a la gente" a su afán decidorístico, como si eso le diera algún sentido a su argumento, pero de éste hablaré otro día...
El otro día vino a verme un superdecidor, y no entendí nada de lo que me quería decir, ni siquiera sé si estaba a favor o en contra de lo que yo estaba proponiéndole, pero el caso es que el superdecidor me respondió (cita incluida) algo que no tenía sentido alguno, para poco después decirme todo lo contrario, yo le contemplé y me entristecí, sí, me entristecí, quise contestar, inicié el argumento, pero me quedé solo, y me dí cuenta de que daba igual lo que le dijera...
Así que prefiero a los quedan en silencio y te escuchan, o a los que te cuentan lo que hicieron ayer o la anécdota del domingo anterior o del bautizo del niño, a esos prefiero yo. Sobre todo porque saben que a veces no hay nada que decir...

Matices... "La fábula del ángel pollo"


Así se escribe la historia, o la histeria, o el afán, o la obcecación... Diría que eres menos de lo que dices y más de lo que quieres... Pero no lo digo, lo escribo, porque es más sencillo y menos interpretable.

La palabra, en el debate, suele perder su significado, pero en el debate también descubres matices que a veces, por prudencia, tiendes a olvidar y a pasar. Voy a explicarlo: Pongamos el caso de un ángel, que pierde sus alas y por fallarse a sí mismo es castigado a convertirse en pollo. El pollo, sin saberlo o medio sabiéndolo, comienza a dar picotazos a diestro y siniestro convencido de que es un ángel, y convencido también de que él está imbuido por un aura de verdad, justicia, perfección y bondad, y no hace daño. Así que al pollo hay que perdonarle y explicarle, o que mejor te explique él, que es un pollo y no un ángel. Pero ¿y si el pollo, con esencia de ángel, se da un día cuenta de que ya no existe una verdad absoluta que le ilumina desde los cielos y que le empuja a obrar, sino que es un oscuro deseo y afán de reconocimiento, fama y dinero el que le obliga a comportarse de manera mezquina? El pollo comenzaría, en mi opinion, a ocultar sus intenciones por miedo a ser descubierto y comenzaría a sentirse mal consigo mismo, porque, consciente de que su pico corta tendría que ocultarlo y enseñar sólo las plumas para seguir pareciendo ángel.

Así que así son los matices en los debates, palabras que tiendes a olvidar como si fueran la suave brisa de un angel bondadoso venido a menos que se ha acabado convirtiendo en un pollo alocado que corre multidireccionalmente hacia la soledad.

Duda (de postre sonetos)


Ralentizando motores, que los clics se vuelven absolutos según la hora, de madrugada parecen románticos, pero a las nueve de la mañana suenan a hipertensión. La duda ofende, y se ofusca en un querer persistir siendo cuando ya debió haber desaparecido, es una constante social, sinónimo malentendido de inteligencia. Hablaba de la duda, sí, esa que por desconfianza nos hace releer las cosas, lanzar preguntas retóricas y temblar justo antes del triunfo absoluto. La duda neurótica nos atrapa, nos mete en una jaula de sinrazón y nos hace buscar allí donde no hay respuestas bajo el lema de "es sabio el que duda" y patochadas similares. La reflexión es importante, la duda constante es el paso previo al fracaso. ¿Cómo decir a alguien que veo que duda metódicamente y que no es mayeútico, ni socrático, sino inseguro? Sencilla fórmula, auspiciando su necesidad y comparándola con su necedad equilibraré la balanza justa de su merecimiento. Así, haciendo caso omiso de los consejos mal dirigidos, por ser tendenciosos y claramente malintencionados, me dirijo a los "dudosos" para proponerles que extingan de raíz el mal que les acosa. Ni Grecia, ni Roma, ni París, ni Londres, ni Berlin, ni Moscú... No hay más filosofía que la propia, no hay más moral que la elegida, y así propongo desmitificar el eterno problema del conocimiento, que es cuando éste hace de ti un ser sin voz individual.



La luz de la luna amaga misterios
que a veces yo mismo no se descifrar.
Veces que pude haber sido distinto
las mismas que quise cambiar.

Cejo en mi empeño, mundano y absurdo,
no pares, no quieres, no sabes ¿lo ves?
Si puedo, por tanto, escribirte unos
versos que solos se haran entender.

No es fria mi lucha y así necia causa
es querer transgredir la pura verdad,
no dudes buen noble, sí, dame pausa.

Un mismo objetivo en aquella playa,
el faro, la vida, tu risa y yo
buscando fortuna donde la haya.


¿Que no entiendes ya la palabra mi rey?
¿Que dudas acaso sobre mi pensar?
No es justo, ni ético y menos moral,
¿ignoras que todos sufrimos la ley?

Por eso te insisto, genial cualidad,
que aun pasen los años, tu triste vida,
o tengas a bien a la elegida
ya es tarde excelencia, vivo majestad.

No quieres oirme, menos compartir,
pero la magia existe, seguridad,
constancia, fe, y claro, saber vivir.

Enseño mi duelo para que aprendas
que no hay otro modo y seguro sabes
que el tiempo cura,si así lo aprovechas.

la suerte del ingenuo (redactando la secuencia 2)

Incautos, insensatos, inconscientes, pero en general ingenuos. Así es esta generación. Que pretende a base de discoclubs conocidos e hipotecas TAE hacerse mayor...  Así desgloso tu mirada en cada gesto, anhelante de mi aprobación, como si yo tuviera la cura para tu aburrimiento y resignación. Para ambas ofrezco aspirinas, pero poco más, porque mis aspirinas tardan en fabricarse y apenas se consumen en unas horas. Así es mi magia, ilimitada pero temporal, depende tanto de ti como el efecto que quieras que te produzca. Las pequeñas alegrías que nos permitimos contrastan con el énfasis que ponemos en buscarlas. Las dos en punto, hora de comer, y ya somos felices... Qué sencillo. Igual que un león. Y para pagar el menú alienados en la oficina media vida ¡Qué sinsentido más sublime! El otro día un amigo me dijo que se había comprado un Audi, y no le entendí, pensaba que me lo comentaba porque sí, por hablar de algo, pero resulta que eso era importante, muy importante para él. Yo le miré y pensé en la cantidad de veces que le había visto (con catorce años y catorce kilos menos) reirse estando por encima del bien y del mal, y me entristecí. Ahora bien, no conozco a ningún amigo que no se conmueva ante un atardecer en Asturias. O ante el sonido de una guitarra en una noche estrellada, esos silencios que nos hacen tan grandes cuando precisamente aceptamos lo mágico de ser tan pequeños. Ya ha llegado septiembre, amigos míos, y otrora estaríamos pensando en las fiestas de los municipios más cercanos, y ahora, pensamos tan sólo en cómo evitar el embite del crédito, la factura y la Depresión que avanza como la Nada en La Historia Interminable, consumiéndolo todo. He de erigirme en adalid de la esperanza y superar el desánimo, asumir vuestro apoyo y mi condición de heredero de Elendil y hablaros de mi siguiente aspirina, que se llama Bruja del Norte. Ojalá os haga soñar amigos.

Sencillo fin de verano, Principio de Otoño


Las vacaciones son maravillosas cuando todo va bien, pero son como una especie de tortura cuando las cosas van mal, cuando no puedes saborear el helado o cuando no puedes dormir porque hay dolor en tu vida. Es sencillo y se puede observar sobre todo en los amigos, los que no tienen prisa porque se acaben tienden a disfrutarlas como si fueran una horchata, a sorbitos y paladeando; pero los que quieren que pase el tiempo lo antes posible pretenden que sean un fuego artificial, rápido, bonito, intenso y fácilmente borrable. Yo quiero escribir esta nota a todos esos amigos que por una causa u otra sienten dolor (en el cuerpo o  en el alma) y no han podido disfrutar de estas vacaciones plenamente. Yo por una vez lo he hecho, pero cuando digo por una vez quiero decir que también tuve esa sensación y os aseguro que volverá el día en que oleremos las sardinas juntos.

Frágil, como la espuma de vuelta de la arena. Así es el tenaz tesón de los que escuchan sólo el sonido de las voces, y no el murmullo de las almas. Son doscientos cuarenta los días que pasan entre enero y junio, pero parecen doscientos mil. Pasa, pasa, no te quedes fuera... No creas que escribo para rimbombarme, simplemente, escucha mi voz a través de las palabras. La memoria y el olfato son cosas que están relacionadas de manera íntima, a mí no hay nada que me guste más que el olor a Barbacoa de verano, ya sea de sardinas o de cualquier otra cosa... Ese olor siempre me transporta a la adolescencia, es automático, se me acelera el pulso y me dan ganas de bailotear cerca de cualquier orquesta y de poner la mirada del tigre a cualquier fémina que por allí ande. Y el peaje de las autopistas, esas que siempre nos llevan o traen de aventuras lejanas que luego parecen paseos cuando montamos en avión camino de sitios llenos de colores y sabores desconocidos, el caso es cuando paso frente a la cabina de las AP siempre tengo la sensación de que van a aparecer unos tipos, me van a cambiar neumáticos en unos segundos y me van a retocar el aleron y que cuando se abra la barrera por fin podré acelerar de cero a cien en 0,2''...
En fin, que me ha gustado estar "de vacaciones", no se a vosotros, me imagino que a algunos sí y a otros no.  Queridos amigos, señoras y señores, señoritas y señoritos, personas y personos, durante este verano han pasado cosas increibles, España ha ganado un campeonato Mundial de fútbol, Nadal ha ganado no se cuántas cosas y Lorenzo ha destronado a "Il Dotore"... Yo incluso me disfracé de Jack Sparrow y me fui a pedir ron por los bares de Las Rozas antes de dirigir mi brújula hacia el infinito (Cantabria), eso sí, Telecinco ha seguido emitiendo programas en los que la gente grita, y eso a pesar de que nadie reconoce verlos sin avergonzarse, y creo que en "Cuéntame" ya van a llegar al dos mil once, el año en que España va a salir de la Crisis y va a comenzar la escalada hasta convertirse en la mayor potencia del Mundo, sobre todo gracias a los increibles Presupuestos del Estado que se avecinan...
Lo que más me ha gustado de este verano ha sido que me ha parecido larguísimo, más que los últimos (El año pasado por estas fechas recuerdo que estaba yo luchando con el final de Firmado por el Vampiro) No sé por qué, quizás porque la luna llena de agosto fue a finales de mes, quizás por el Mundial, pero este año, a pesar de las doscientas mil cosas pendientes que tengo a partir del lunes, me ha parecido un verano de tres mil dias y por eso quiero dar gracias a los astros, al dalai lama, al universo, al multiverso, al Infinito, a la Casa de La Bruja, a la atracción de la feria de Santander, al pulpo (a Paul y a la Gallega), a las Nécoras, al mojito, a la Roja, al churrero, al cartero, al cachalote de la playa, a... a... a... a... y a trabajar se ha dicho que parece mentira que sigáis leyendo tan estúpida nota estando España así.

Ejercicio periodístico (Victoria del Mundial de 2010)

Resulta engañoso aplacar la ira que de nuestros cerebros emana tras escuchar más de una hora seguida la televisión, ya sea pública o privada. Excepto todo lo que tenga que ver con documentales... Obvio, pero no por ello menos lesivo. España campeona del Mundo, de fútbol, y de disparate y despropósito también. Los chicos de la selección, de manera admirable, consiguen un logro de 600.000 euros por cabeza. Los chicos del congreso, de manera admirable también, consiguen unas cifras algo más redondas, 20,5 % de paro, y el PIB interanual se planta en un dignísimo -1,3% (esto último es irónico)... Hace calor en verano, (eso no es noticia), pero los españoles no tienen ni para cenar fuera de casa dos veces al mes (eso sí es noticia). Cuando escribo que los congresistas hacen cosas admirables no me he vuelto loco, no, simplemente me lo parace a mí. No hay mayor gesta (excepto ganar un Mundial) que conseguir que con esas cifras no haya ni una dimisión en el gobierno, ni una huelga general (mas allá de la pactada para octubre), ni una moción de censura, ni mucho menos de confianza, ni elecciones anticipadas, ni nada. Lo que me pregunto es si España tiene en lo económico a un Casillas, o a un Xavi, porque lo que está claro es que en demagogia política y manipulación lo tiene. Estamos siendo víctimas de una táctica casi del medievo, cuanto menos tiene el pueblo, más débil se siente y por ende menos reclama. Y es que ya nos conformamos con dar rienda suelta al sentimiento patrio gracias a Iniesta (emocionantísimo), pero yo creo que deberíamos de estar así todos los días, absolutamente todos los días. Con ese sentimiento expresando nuestra indignación y frustración por lo que ya es una tomadura de pelo insultante y despótica. La verdad es que en este penalty en contra en que vive nuestro país desde hace unos años no tengo ya ninguna fe. Pero lo peor es que nuestros políticos se dedican a aferrarse a la camiseta, para ver si suena la campana y se llevan la prima. Los primos somos todos nosotros, sí, bobos, abobados. No sé cómo no había quinientas mil personas en la puerta del Congrerso dispuestos a dar su firma para instar una moción de censura, de verdad, no me lo explico. No me explico tampoco cómo alguien puede enajenarse tanto como para esperar aferrado a su sillón a que todo esto cambie por arte de magia. Pero es lo que está ocurriendo, no es ciencia ficción, es el día a día. En el año 2008 comenzaba la crisis financiera más devastadora de la Historia económica moderna, que venía gestándose durante todo el 2007, especialmente en los últimos dos trimestres, el futuro candidato a ministro de economía, el señor Solbes, hablaba de desaceleración y decía textualmente ante toda España "que no había crisis". Un campeón del Mundo, sin duda alguna, un malabarista, y encima se retira por la puerta grande ¡¡oooleeeee!!. Pero hay más, el presidente del gobierno de España decía en aquel entonces que no cambiaría en modo alguno lo que proponía en su programa ya que no había motivos para ello, acusando a la oposición de alarmista. En mayo de 2010, setecientos y pico días después, tras una llamada de Obama, comienza el nuevo programa "Cambio Radical", un fenómeno, este es un killer, y lo primero que hace es apretar las tuercas a la clase media, vamos, un nueve. A mí me da que jugamos contra nosotros mismos, y creo además que este esperpento nos va a pasar factura, al tiempo.

Duquesa infame

Reluce el umbral del tesoro que fue tu juventud y que ya cesa de asomar cual ocaso de octubre. Recitas uno a uno los versos de tus dudas como si el elixir estuviera en la memoria, pero sabes que no es así. El dinero como excusa ante la falta de talento, casi como escudo... Triste me deja esa actitud. Prefiero la ira, el grito, al estudiado desdén y a la insolencia provocativa. No huyas, sigue leyendo, despacio...Tan sólo la soledad redunda en el medio del vacio que significa la ausencia de referencias, de base, de cimientos. En la cueva estoy, acompañado. Y no me sobra ni me falta un ápice de sentido cuando digo que lo que enseño "está asumido", como Gladiator frente a las catapultas, pero en mi caso, ya resucitado. ÉL verano, ella contínua primavera, y nosotros sonrientes ante lo que parece una visita de relumbrón y estoque. Cualquier opinión cuenta, cualquiera. Todo vale cuando se trata de aseverar, pero cualquier dogma, o justificación, o excusa posterior hace que la opinión expresada decaiga en intensidad. Y es que nos vamos imponiendo los que a golpe de cana acumulamos reflexión en la sonrisa, es el peso de una vida que vivimos sin prejuicios, libres de pensar acerca del otro simplemente porque aún nos sobra con nosotros mismos. Y al final, quedarán paellas y barbacoas, fiestas donde la palabra hará lo que no pueden las American express...

Junio caliente

Fresor cálido para un atardecer duradero. Dos palabras vienen a mi memoria cuando ya las he olvidado, demagogia, manipulación... Nada es absoluto, creo, o puede que sí. Al menos hay cosas rotundas, el odio, la ignorancia, las causas divinas... Supongo que no está bien plantearme todo, debería simplemente de dejar pasar lo que veo, lo que escucho, y creer, aunque no dependa de mí, que todo es verdad, que no hay más que buenos y malos y posicionarme en un bando, aunque cambiara cualquier día de estos, sería la bomba ¿no? y ser pro-todo. Pro-fesional, pro-nupcial, pro-libertad, pro-tegido... No sé, no sé. A mí me parece que ante tanto desánimo siempre se tiende a odiar a alguien, y generalmente este alguien suele ser poderoso, suele ser la figura que encarna nuestras debilidades, ahora por ejemplo, odiaremos al pais rico y poderoso porque sinceramente, vamos camino de ser un pais débil, sin influencia y sobre todo, sin tener claro cuáles son nuestros valores. Recuerdo que hace no mucho, de cada tres conversaciones una era referente a un nuevo negocio que alguien iba a montar, hoy de cada tres conversaciones dos concluyen con que todo está muy mal y la otra habla de fútbol. Es la hora de los valientes, lo escribo y acto seguido sonrío pensando que deberían de aparecer muchos barcos de ayuda humanitaria en las costas españolas, cargados de medicinas antihipotecas y antiparo. Pero muchos, muchos millones de medicinas necesitamos. Hemos asumido la palabra resignación, para con nosotros mismos, pero yo no lo acabo de comprender. Desánimo, mirar la paja en el ojo ajeno, hacernos poderosos a base de observar al que está peor, eso es lo que más abunda. No es cuestión de no ser solidario, ni tampoco de ignorar las agresiones en contra de los derechos humanos, ni muchísimo menos, es cuestión de no ser tontos. Es imperativo aceptar que lo primero que tenemos que cambiar ya es nuestro pais. Y dejar la hipocresía política a un lado.

Bohemio

Poco orgullo, tres paradas y dos tiempos. El que tienes por bandera y el que te preocupa. ¿El orgullo? Mareante la vuelta al imperfecto, al olvidado, al impreciso enamorado. ¿Pero es siempre asi? No, a veces sonríe, y cuando eso pasa, es peor, casi siempre es peor. Si sonríe y es guapa, malo. Si sonríe y es fea, peor. Pero si no sonríe, siempre te puedes olvidar y pasar de largo. Leo una cita de un autor modernete 

"Bendito el descanso que en la calma reposa. 
Bendito el pasar de las nubes, en prosa."

Un pareado para abrir boca, una ensalada para beber comiendo, agua claro, que la palabra bañador descubre vergüenzas con más acierto que Colombo. ¿Agua clara por la noche?, ¿o es oscura?, no importa, la noche también es turbia,o al menos opaca. Y deslizo el desliz a ver si así San Culpable no aflige mi memoria y mi esperanza. Negro es el mar a las cinco, a las diez ya ni te cuento, lleno de sal ¿y qué? contento. 

-Pero no puede ser, no puedes estar contento si estás lleno de sal, le dice el tábano que espera a su víctima bajo la toalla.

EL mar mira al tábano y lanza un -¿hola? en forma de sonrisa, 

-sí, si puede ser, de hecho es. No soy tópico- le responde, y añade -ni redundante, soy el Mar, tengo nombre... Mar, ¿y tú? 

-Yo soy tábano.

-Me parece muy idealista tu nombre- dice el Mar casi melancólico

El tábano no lo entiende y se aflige, se levanta y con sus alas hinchadas por el aire caliente decide volar alrededor de la sombrilla, se eleva, zumba, se posa, salta, mira, reflexiona, salta, se eleva y se vuelve a posar. De repente una nube aparece en escena. Gris oscura, casi morada, mullida, con forma de almohada. 

El tábano la mira y el Mar la siente.

Senser

Sensibleria sencilla insensata que marca una senda que el mismo Séneca no hubiera sentido. Como un senescal sentado, senil, dictas sentencia que lejos de senatorial se me antoja sensitiva y sentimental. En el seno sensual te escondes y me da la sensación de que no irás nunca al senado porque tu sentimiento es señal de que ya no eres un señor. Señalado estoy por su señoría, que carece de señorío, pero recojo el señuelo y señalizo, sí, señalizo. No voy a separar, como una sepia septentrional en septiembre tu séptimo y sepulcral adjetivo. Ni daré sepultura a mi séquito a cambio de tu no sequedad, no. Seré un serafín sereno y seguiré con mi serenata y mi serie (que es bastante seria), y a pesar de que sermonees, serpenteo como un serpa y evito la serpiente. Así, en la serranía descubres el serrín y amenazas con el serrucho a un ser servible para un servicio que nunca es servil aunque parezca una servidumbre,

Pensando en el Color

Rojo o verde... Por qué gris?? Tenía once años y era la enésima película que tenía que ver en esa otra escuela que era mi casa. Otra vez una música casi lejana, atrompetada y cómica anunciaba una caricatura más de lo que para mí era el verdadero miedo. Hasta que, transcurridos los minutos necesarios apareció el tipo en cuestión, Boris Karloff... El caso es que la vida da vueltas y un día te encuentras escuchando a los hijos de la MTV sugerirte ritmos despiadados y golpes de cámara rotundos, arrítmicos y por supuesto nada musicales... Si les preguntas por la Hammer, nada saben, ni por Poe, ni por tantos otros, pero su verdad, como toda "verdad" que intenta acorsetar un arte, es exclamada rotunda en clave de manual, como cuando un telefonista te responde automaticamente sin apartar los ojos de la pantalla... Dame un argumento en el que apoyar mi necedad y romperé estatuas, quemaré templos y me eregiré en el heraldo de la verdad, aunque no lo sea... Y no está bien, no, no está bien, nada bien... ¿Cómo explicar lo que se ha de sentir? Una vez alguien me dijo que había cosas que se debían mamar, quizás si. Pero ese quizás se convierte en "sin duda alguna" cuando asisto impertérrito e indignado al "remake" de Furia de Titanes. Que alguien me explique por qué no es una comedia, es graciosísima, desternillante, sagaz... Hasta que me doy cuenta de que soy el único que me rio en el cine cuando veo a un fulano "esto lo pongo en honor a Ramón, el rey de los juguetes" con dos bombillas por ojos y una rígida máscara, que parece una cómica imitación de aquellos tipos del desierto de Star Wars, sugerirnos que le tomemos en serio. Tras esto, veo a Terminator4, actor que está muy bien en papeles de soldado, pero en ninguno más (hasta el momento) tratar de convencerme de que es un héroe mitológico... Prefiero a Percy Jackson, pienso yo. Pero Percy, probablemente, preferiría 2012 a My Blueberry Nights, o para no irnos de género, Percy, preferiría al palidete de Crepúsculo antes que a Cristopher Lee, por no hablar de Bela Lugosi. Querido maestro Wong Kar Wai, cambia de género, haz algo de terror o de ciencia ficción para que podamos escuchar gritos en la oscuridad las salas del cine. Para que palpemos la tensión aún sin surround, sin pistolas o sin ver tripas abriéndose. Maestro Hitchcock, ilumina una vez más todas las estancias y háblanos de la tensión del silencio y de la miseria humana. Pero ¿es que hay personas que sin saber quién es Gregory Peck son capaces de hablarnos de esto? En fin...

Me acuso de parecer pedante

Me acuso de temerte, y casi de escucharte. De magnificarte y de querer comprenderte, me acuso de ignorarte y de sentirte viva/o e inherte. Me acuso de acusarte y de ser redundante, me acuso de escribir esta nota y de parecer pedante. Me acuso de provocar la risa hilarante. Me acuso de traición a toda causa, por mucho que pueda parecer sacra o irrelevante. Me acuso de sonrojarte, a propósito, sin desdén, y sobre todo de excitarte. Me acuso de ser y de tener por objetivo trascender. Me acuso de agobiarme. Me acuso de no estar a la altura y también de estar sobradamente por encima del listón, y de los listillos. Me acuso de subestimarte y de sobreestimarte, de ceder a tus ruegos y de pretender olvidarte. Me acuso de mí, y me acuso a causa de mi moral, dirigida e ingratamente aprehendida. Me acuso de feliz, de infeliz, de ingrávido y de malabarista sentimental, de aperturista, de oportunista y de Peter Pan. Me acuso de querer navegar por el mar sin pensar ni hacer otra cosa que respirar. Me acuso de no respirar antes de hablar, me acuso de conocerme y de justificarme. Me acuso de artista y de encajonarme, de icono viviente y de pretencioso altivo ignorante. Me acuso, en fin, de acusarme. Me acuso, (acúsate de 5 cosas y mándaselo al menos a 5 amigos para que los ángeles negros de Machín te den cuatro dias de suerte y unos segundos de duda, si no, estás perdido porque el espíritu de los montes cárpatos podrá ser malvado con tu acusación no realizada y multarte severamente) Me acuso de blasfemar. Me acuso de comunicarme...

Bazofia

El Loco tiene una causa, un por qué, una razón, pero una simpatía empática nos hace verlo encantador. Qué locura... Sí, Juan Ramón Jiménez ya lo dijo... El caso es que el loco se despierta siendo él mismo, y trata de compararse con los cuerdos sin dejar de pensar en los refraneros que cuando comparan lo hacen odiosamente y que sin embargo son asustadizos. Tranquilos, que Platero era un burro, seguro, ¿pero quién era el loco? Seguramente el Gran Juan Ramón, que arriesgaría con "el comentario mísero, pseudosagaz e intrusivo continuo como compañero habitual" a cambio de "Platero y yo"... Y así uno por uno, todos, los locos, Dalí, Picasso, Cervantes... Ahora los locos son otros, Cristiano Ronaldo, Leonel Messi, Belen Esteban... Pero no, que a nosotros no nos hace falta nada más que lo que ya sabemos, vamos, que con saber que lo que nos tragamos es bazofia es suficiente, aunque nos lo traguemos (véase Fast Food), da igual que nos siente mal, que nos vuelva imbéciles o que antes o después nos mimeticemos con dichos personajes, mientras lo comentemos con sorma estaremos mentalmente aislados... ¿o no? ¡Qué obviedad! Eso lo sabemos todos, dirán algunos. No, eso a mí no me afecta, dirán otros. No, el que escribe no tiene que ver nada conmigo, no tiene mi capacidad de ironizar, ni de aislarse, ni mis problemas con el banco, etc, etc...Además, no vamos a cambiar ahora ¿verdad? No vamos a dejar de ver la televisión ¡Qué horror! La vida con menos televisión y más música, con más libros y menos consolas, con más hortalizas y menos transgénicos ¡qué disparate! Eso es lo que respondemos los occidentales, exactamente eso... Y sí, es para reirse, o para llorar, el Imperio Romano cambió la herencia cultural helenística por otra mucho más idólatra, llegando a su punto álgido de idolatría y marketing cuando compraron el producto monoteista y consiguieron superar la idea del emperador-deidad. Así que aquí andamos, en busca de deidades, apple y ipod aparecen como nuevos candidatos en el horizonte de los culturetas independientes que se ríen viendo Gran Hermano y que se consideran mejores que los que simplemente lo ven sin reirse. Pero aún no les hemos dado forma, ni cara, Bill Gates se quemó demasiado rápido, demasiado humano, esas gafitas... esos virus... Y ahora, la naturaleza y el cambio climático, los huracanes, tsunamis, terremotos, lluvias torrenciales y sequías nos van invadiendo poco a poco y nosotros seguimos engordando, cebándonos como cerdos apilados en espacios inhumanos y riéndonos viendo lo grotesco. ¿Qué tal si le damos la vuelta a la pantalla? Eso sí que sería grotesco, vernos a nosotros mismos... De eso se trata, de ver a otros que están peor, llegan a decirme algunos... Ah ¿si? respondo yo.

Microrrelato Onírico y Utópico

Érase una vez

una niña

q vivia

en un acantilado

delante del mar.

La niña vivía sola

en una casita de madera

y su único amigo era un cuervo que venía a visitarla todos los jueves.

Un jueves,

como tantos otros,

le dijo el cuervo

-niña del acantilado,

¿por qué estás tan seria?-

y la niña dijo

-no lo sé, cuervo-,

el cuervo no dijo nada y se fue volando.

El jueves siguiente el cuervo volvio

y se encontró a la niña

sentada mirando al suelo,

y le preguntó

-niña,

¿por qué estás tan seria?-

y la niña le respondió

-porque mis pensamientos no me dejan escuchar el mar-,

así que el cuervo le dijo

-pues deja de pensar-

a lo que la niña respondió

-pero si lo hago nunca sabré por qué estoy tan seria-