martes, 17 de diciembre de 2013
Bazofia
El Loco tiene una causa, un por qué, una razón, pero una simpatía empática nos hace verlo encantador. Qué locura... Sí, Juan Ramón Jiménez ya lo dijo... El caso es que el loco se despierta siendo él mismo, y trata de compararse con los cuerdos sin dejar de pensar en los refraneros que cuando comparan lo hacen odiosamente y que sin embargo son asustadizos. Tranquilos, que Platero era un burro, seguro, ¿pero quién era el loco? Seguramente el Gran Juan Ramón, que arriesgaría con "el comentario mísero, pseudosagaz e intrusivo continuo como compañero habitual" a cambio de "Platero y yo"... Y así uno por uno, todos, los locos, Dalí, Picasso, Cervantes... Ahora los locos son otros, Cristiano Ronaldo, Leonel Messi, Belen Esteban... Pero no, que a nosotros no nos hace falta nada más que lo que ya sabemos, vamos, que con saber que lo que nos tragamos es bazofia es suficiente, aunque nos lo traguemos (véase Fast Food), da igual que nos siente mal, que nos vuelva imbéciles o que antes o después nos mimeticemos con dichos personajes, mientras lo comentemos con sorma estaremos mentalmente aislados... ¿o no? ¡Qué obviedad! Eso lo sabemos todos, dirán algunos. No, eso a mí no me afecta, dirán otros. No, el que escribe no tiene que ver nada conmigo, no tiene mi capacidad de ironizar, ni de aislarse, ni mis problemas con el banco, etc, etc...Además, no vamos a cambiar ahora ¿verdad? No vamos a dejar de ver la televisión ¡Qué horror! La vida con menos televisión y más música, con más libros y menos consolas, con más hortalizas y menos transgénicos ¡qué disparate! Eso es lo que respondemos los occidentales, exactamente eso... Y sí, es para reirse, o para llorar, el Imperio Romano cambió la herencia cultural helenística por otra mucho más idólatra, llegando a su punto álgido de idolatría y marketing cuando compraron el producto monoteista y consiguieron superar la idea del emperador-deidad. Así que aquí andamos, en busca de deidades, apple y ipod aparecen como nuevos candidatos en el horizonte de los culturetas independientes que se ríen viendo Gran Hermano y que se consideran mejores que los que simplemente lo ven sin reirse. Pero aún no les hemos dado forma, ni cara, Bill Gates se quemó demasiado rápido, demasiado humano, esas gafitas... esos virus... Y ahora, la naturaleza y el cambio climático, los huracanes, tsunamis, terremotos, lluvias torrenciales y sequías nos van invadiendo poco a poco y nosotros seguimos engordando, cebándonos como cerdos apilados en espacios inhumanos y riéndonos viendo lo grotesco. ¿Qué tal si le damos la vuelta a la pantalla? Eso sí que sería grotesco, vernos a nosotros mismos... De eso se trata, de ver a otros que están peor, llegan a decirme algunos... Ah ¿si? respondo yo.
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