martes, 17 de diciembre de 2013

Matices... "La fábula del ángel pollo"


Así se escribe la historia, o la histeria, o el afán, o la obcecación... Diría que eres menos de lo que dices y más de lo que quieres... Pero no lo digo, lo escribo, porque es más sencillo y menos interpretable.

La palabra, en el debate, suele perder su significado, pero en el debate también descubres matices que a veces, por prudencia, tiendes a olvidar y a pasar. Voy a explicarlo: Pongamos el caso de un ángel, que pierde sus alas y por fallarse a sí mismo es castigado a convertirse en pollo. El pollo, sin saberlo o medio sabiéndolo, comienza a dar picotazos a diestro y siniestro convencido de que es un ángel, y convencido también de que él está imbuido por un aura de verdad, justicia, perfección y bondad, y no hace daño. Así que al pollo hay que perdonarle y explicarle, o que mejor te explique él, que es un pollo y no un ángel. Pero ¿y si el pollo, con esencia de ángel, se da un día cuenta de que ya no existe una verdad absoluta que le ilumina desde los cielos y que le empuja a obrar, sino que es un oscuro deseo y afán de reconocimiento, fama y dinero el que le obliga a comportarse de manera mezquina? El pollo comenzaría, en mi opinion, a ocultar sus intenciones por miedo a ser descubierto y comenzaría a sentirse mal consigo mismo, porque, consciente de que su pico corta tendría que ocultarlo y enseñar sólo las plumas para seguir pareciendo ángel.

Así que así son los matices en los debates, palabras que tiendes a olvidar como si fueran la suave brisa de un angel bondadoso venido a menos que se ha acabado convirtiendo en un pollo alocado que corre multidireccionalmente hacia la soledad.

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