martes, 17 de diciembre de 2013

Ejercicio periodístico (Victoria del Mundial de 2010)

Resulta engañoso aplacar la ira que de nuestros cerebros emana tras escuchar más de una hora seguida la televisión, ya sea pública o privada. Excepto todo lo que tenga que ver con documentales... Obvio, pero no por ello menos lesivo. España campeona del Mundo, de fútbol, y de disparate y despropósito también. Los chicos de la selección, de manera admirable, consiguen un logro de 600.000 euros por cabeza. Los chicos del congreso, de manera admirable también, consiguen unas cifras algo más redondas, 20,5 % de paro, y el PIB interanual se planta en un dignísimo -1,3% (esto último es irónico)... Hace calor en verano, (eso no es noticia), pero los españoles no tienen ni para cenar fuera de casa dos veces al mes (eso sí es noticia). Cuando escribo que los congresistas hacen cosas admirables no me he vuelto loco, no, simplemente me lo parace a mí. No hay mayor gesta (excepto ganar un Mundial) que conseguir que con esas cifras no haya ni una dimisión en el gobierno, ni una huelga general (mas allá de la pactada para octubre), ni una moción de censura, ni mucho menos de confianza, ni elecciones anticipadas, ni nada. Lo que me pregunto es si España tiene en lo económico a un Casillas, o a un Xavi, porque lo que está claro es que en demagogia política y manipulación lo tiene. Estamos siendo víctimas de una táctica casi del medievo, cuanto menos tiene el pueblo, más débil se siente y por ende menos reclama. Y es que ya nos conformamos con dar rienda suelta al sentimiento patrio gracias a Iniesta (emocionantísimo), pero yo creo que deberíamos de estar así todos los días, absolutamente todos los días. Con ese sentimiento expresando nuestra indignación y frustración por lo que ya es una tomadura de pelo insultante y despótica. La verdad es que en este penalty en contra en que vive nuestro país desde hace unos años no tengo ya ninguna fe. Pero lo peor es que nuestros políticos se dedican a aferrarse a la camiseta, para ver si suena la campana y se llevan la prima. Los primos somos todos nosotros, sí, bobos, abobados. No sé cómo no había quinientas mil personas en la puerta del Congrerso dispuestos a dar su firma para instar una moción de censura, de verdad, no me lo explico. No me explico tampoco cómo alguien puede enajenarse tanto como para esperar aferrado a su sillón a que todo esto cambie por arte de magia. Pero es lo que está ocurriendo, no es ciencia ficción, es el día a día. En el año 2008 comenzaba la crisis financiera más devastadora de la Historia económica moderna, que venía gestándose durante todo el 2007, especialmente en los últimos dos trimestres, el futuro candidato a ministro de economía, el señor Solbes, hablaba de desaceleración y decía textualmente ante toda España "que no había crisis". Un campeón del Mundo, sin duda alguna, un malabarista, y encima se retira por la puerta grande ¡¡oooleeeee!!. Pero hay más, el presidente del gobierno de España decía en aquel entonces que no cambiaría en modo alguno lo que proponía en su programa ya que no había motivos para ello, acusando a la oposición de alarmista. En mayo de 2010, setecientos y pico días después, tras una llamada de Obama, comienza el nuevo programa "Cambio Radical", un fenómeno, este es un killer, y lo primero que hace es apretar las tuercas a la clase media, vamos, un nueve. A mí me da que jugamos contra nosotros mismos, y creo además que este esperpento nos va a pasar factura, al tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario