martes, 17 de diciembre de 2013

Estupidos/as y estoicos esfuerzos por soportarlos

Al fin lo entiendo, te miro a los ojos cuando me preguntas que cuál es la diferencia. Y de repente me veo explicándolo, riéndome de ello... Y es que hay cafés infinitos... Pero hay otros que no quieres que se acaben nunca ¿verdad? Como las noches, hay algunas noches que el elixir de la ilusión te embriaga y te envuelve en esa atmósfera tan efímera a veces pero al mismo tiempo tan real y otras, ¡ay!, hay otras noches en las que no quieres ni estar y a veces ni ser. Pasa lo mismo con las personas, hay algunas que quieres que estén siempre ahí, y hay otras que... bueno. Los hay inseguros/as, innegables/as, innegociables/as, inaceptables/as, inapropiados/as, insatisfechos/as y luego hay otros/as que son los/as completamente estupidos/as y de estos últimos hay que guardarse muy bien amigos/as, porque los/as estupidos/as no saben que lo son, lo sospechan, pero no lo pueden evitar. Quieren ser especiales/as y hacen un montón de cosas por demostrarnos que son distintos/as, pero lo que ignoran es que eso ya lo sabíamos, y obviamente lo sabíamos porque nos habíamos dado cuenta de su estupidez antes que ellos/as. Además el estupido/a por lo general es un ser extraño, porque cuando se da cuenta de su estupidez hace todo tipo de cosas por disimularlo e incluso se inventa un sí mismo que no existe, y que por lo general es aún más estúpido que el anterior, pero éste además es ficticio con lo cual suele ser más molesto para el que estoicamente lo soporta. Porque la verdad sea dicha, al estupido/a hay que soportarlo/a y buscar y rebuscar una y otra vez un algo que te niegue su estupidez hasta que antes o después acabas desistiendo y alejándote de él/ella porque te das cuenta de que no tiene remedio. Así que el estúpido/a, afortunadamente para los demás y desafortunadamente para él/ella acaba haciéndose un ser cada vez más solitario, única y exclusivamente para justificar su estupidez con la única persona que le soporta, él/ella mismo/a. Así pasa con los estúpidos/as, pero amigos/as, no por ello debemos de tenerles pena o afecto, porque el estupido/a lo es y lo será siempre y nunca podrá reconocerlo, porque reconocer estupideces es algo que sólo lo puede hacer el/la que no lo es.
Así que amigos/as da igual qué forma o color tengan los estúpidos/as, da igual que sean guapos/as o feos/as, jóvenes/as o viejos/as, porque a los estúpidos/as hay que alejarlos/as de nuestras vidas. Y a ser posible sin que se den cuenta de que lo hacemos.

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