martes, 17 de diciembre de 2013
la suerte del ingenuo (redactando la secuencia 2)
Incautos, insensatos, inconscientes, pero en general ingenuos. Así es esta generación. Que pretende a base de discoclubs conocidos e hipotecas TAE hacerse mayor... Así desgloso tu mirada en cada gesto, anhelante de mi aprobación, como si yo tuviera la cura para tu aburrimiento y resignación. Para ambas ofrezco aspirinas, pero poco más, porque mis aspirinas tardan en fabricarse y apenas se consumen en unas horas. Así es mi magia, ilimitada pero temporal, depende tanto de ti como el efecto que quieras que te produzca. Las pequeñas alegrías que nos permitimos contrastan con el énfasis que ponemos en buscarlas. Las dos en punto, hora de comer, y ya somos felices... Qué sencillo. Igual que un león. Y para pagar el menú alienados en la oficina media vida ¡Qué sinsentido más sublime! El otro día un amigo me dijo que se había comprado un Audi, y no le entendí, pensaba que me lo comentaba porque sí, por hablar de algo, pero resulta que eso era importante, muy importante para él. Yo le miré y pensé en la cantidad de veces que le había visto (con catorce años y catorce kilos menos) reirse estando por encima del bien y del mal, y me entristecí. Ahora bien, no conozco a ningún amigo que no se conmueva ante un atardecer en Asturias. O ante el sonido de una guitarra en una noche estrellada, esos silencios que nos hacen tan grandes cuando precisamente aceptamos lo mágico de ser tan pequeños. Ya ha llegado septiembre, amigos míos, y otrora estaríamos pensando en las fiestas de los municipios más cercanos, y ahora, pensamos tan sólo en cómo evitar el embite del crédito, la factura y la Depresión que avanza como la Nada en La Historia Interminable, consumiéndolo todo. He de erigirme en adalid de la esperanza y superar el desánimo, asumir vuestro apoyo y mi condición de heredero de Elendil y hablaros de mi siguiente aspirina, que se llama Bruja del Norte. Ojalá os haga soñar amigos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario